Después de andar por un largo pasillo; nos encontramos en un sitio que se asemeja a una sala de estar.
Las paredes son como de piedra y en una de ellas hay un enorme mapa con varias islas del Nuevo Mundo.
Puedo notar varias marcas en "x" en diversos lugares del mapa. Me pregunto qué diablos pueden indicar esas marcas.
Estoy sentado en este confortable sofá de psiquiatra, cuando empiezo a preguntarme si acaso esto se trata de una terapia.
O peor; un lavado de cerebro.
Junto a mi sofá hay una pequeña mesa; encima de ella hay dos tazas de café y un sobre amarillo. Al otro lado de la mesa y en otro sofá más estrecho, está Dragon.
El café es exquisito; barriles llenos de éstos granos fueron obsequiados por los habitantes de una pequeña isla cafetalera del North Blue, supongo que como una muestra de apoyo, o de agradecimiento.
En fin; llevamos cerca de una hora hablando sólo de mí, y de otros asuntos banales que nada tienen que ver con el motivo de nuestro encuentro.
Monkey D Dragon me cuenta cómo en su niñez era agredido física y psicológicamente por el Héroe de la Marina, Garp.
Acaba de relatarme que en una ocasión recibió más de una docena de "Puños del Amor" porque se resistió a cortarse el cabello como los jóvenes marinos.
Está a punto de contarme lo que pasó cuando se negó de asistir a una fiesta de marinos.
-Suficiente de Garp, -apresuré a interrumpir-. Es demasiado para mí. Admiro a tu padre, pero no vine aquí para hablar de él.
-De acuerdo, -me responde mostrando una genuina sonrisa-. Bien, realmente estoy aquí para responder todas tus preguntas Aokiji. Dime, ¿De qué quieres hablar?
-Hablemos acerca de tus seguidores. ¿Qué piensas que los atrae aquí, contigo?
Su expresión toma un aire de seriedad.
-Vienen a mí porque ellos quieren pertenecer -responde de manera inmediata-. Para ser parte.
-¿Parte de qué?
-Una familia incondicional.
-Lo dice el hombre que abandonó a su hijo tan pronto nació.
-¡La aceptación absoluta! -exclama de repente-. es lo que yo les ofrezco. Les ofrezco un lugar en mi familia. Acepto a cualquiera, no me importa su pasado y no me importa si vienen del fondo del mar. Yo no discrimino a nadie Aokiji. No soy La Marina.
-Dragon, ¿Qué me dices de la prensa, que te acusa de aprovecharte de las crueles situaciones que pasan muchas personas para persuadirles a reclutarse en tu armada?
-Yo no me aprovecho de nadie. Yo no busco a nadie.
-No me digas, creí que serías absolutamente sincero.
-Lo soy.
-¿Entonces cómo es que la gente te sigue? Porque no creo que la Armada Revolucionaria pague ninguna especie de salario. ¿Acaso, les amenazas?
-¿Eso crees? Realmente no sabes nada de mí -mostró una sonrisa-.
-Realmente no -respondí con obviedad-.
-La respuesta es sencilla. Escucho cada pequeño detalle, desde cada, pequeño y lúgubre rincón del mundo. Escucho las cientos de miles de voces que claman mi nombre. Ellos vienen a mí. Son ellos los que me están buscando. El mundo entero está buscando libertad; y es lo que yo ofrezco.
-Eso no es lo que dicen en el Cuartel General de la Marina.
-Mi nombre es Monkey D Dragon. El enemigo número uno del Gobierno Mundial. La Marina grita a los cuatro vientos que soy un hombre peligroso; de echo, el más peligroso del globo. No esperes que hablen maravillas de mí.
-¿Lo eres? -me recuesto en el largo sofá-. Es decir, claramente eres muy peligroso.
-¿Yo? ¿Peligroso? Soy completamente inofensivo. En cuanto a mis seguidores -levanta su taza de café y toma un trago-. Bueno, no siempre puedo responder por ellos. Y parecen estar en todas partes.
De pronto, un escalofrío me recorre todo el cuerpo.
-¿Qué clases de seguidores tienes?
-De todo tipo.
-¿En serio? Por favor sé más preciso.
-Desde civiles; pescadores, campesinos, carpinteros, talentosos ingenieros, grandes empresarios, celebridades. Hasta poderosos piratas, soberbios caza-recompensas, despiadados asesinos; y otros delincuentes de la peor calaña. Y probablemente, algunos de tus viejos colegas.
Mis ojos se sobresaltan, mi pulso se acelera. Quedo atónito y él se da cuenta.
-Siendo así, no imagino la magnitud de tu ejército -hago lo posible por disimular mi estado de asombro-, no me sorprende del hombre más buscado en todos los mares.
-Estamos en todas partes, y somos más de los que imaginas.
-No cabe duda que es un gran ejército el que lideras Dragon, ¿Qué puedes decir de mis ex-compañeros del trabajo?
-Todos vienen a mí Aokiji. Quizás incluso tus propios amigos, esos que crees conocer perfectamente... ¿Y sabes qué? Puede ser que tú seas el siguiente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario