lunes, 22 de septiembre de 2014

REFLEXIONES DE UN DESERTOR. ¡UN ENCUENTRO DE COLOSOS!

Luego de haber renunciado a la Marina recibí una extraña invitación.

Acepté reunirme con él, porque necesitaba escuchar sus respuestas. Y él aceptó porque necesitaba escuchar mis preguntas. Y darme sus respuestas.

Desde luego que no. No estaba buscando opiniones personales y menos una información extensa y aburrida; buscaba pruebas, pruebas reales. Porque mi método exige certeza.

Buscaba evidencias sólidas y cristalinas como el imponente iceberg flotante que emerge de las profundidades. Porque mi método exige precisión.

El plan era obtener una audiencia privada. Creí que por mi anterior cargo me sería concebido un trato especial. Pensaba que todo saldría a pedir de boca.


Como podría esperarse de un soñador, andaba en las nubes.

En vez de eso, me encontraba atrapado en ese oscuro y frío calabozo lleno de polvo y telarañas, sujetado a esas ruidosas cadenas y grilletes de kairoseki en las muñecas.

Para evitar la fatiga, decidí tomar una relajante siesta.

Cerca de cuatro horas permanecí recostado, soñando, aguardando su llegada; en esta tosca, pero cómoda cama de piedra. Típico de una celda de mala muerte. Fue entonces que me pregunté ¿qué tipo de camas pueden ofrecer en Impel Down?

No puedo quejarme. Estoy más que acostumbrado a dormir en superficies duras, y sobre todo frías.

Una vez dormí sobre un bloque de hielo; después de ello, ningún objeto de reposo podría considerarse extremista.

Así es, incluso alguien como yo, puede llegar a sentir frío.

Incluso alguien como yo, puede pescar un resfriado.

Mi cálido sueño se interrumpió al oír el molesto ruido de las llaves que abrían la celda. Me levanté las almohadillas para los ojos y advertí tres siluetas envueltas por la oscuridad ingresando a la celda.

Se postraron ante mi; pero la escasa luz no me dejaba ver sus rostros.

Traté de incorporarme pero, opté por sentarme. Mi pereza no me dejó ponerme de pie.

-No hay de qué preocuparse señor -Mencionó uno de los individuos-. El prisionero está esposado con kairoseki; no presenta riesgo alguno.

Entonces el sujeto que estaba al centro avanzó hacia mí, emergiendo de la oscuridad. La escasa luz que se filtraba por una gran grieta en el techo me reveló su rostro.

Lo reconocí al instante. Quedé impactado.

Entonces él se de dirigió a mí, mientras decía.

-Aunque no estuviera encadenado -me miró fijamente a los ojos-. Estoy seguro que el visitante no presenta ningún peligro. ¿No es así? Almirante.

No podía creerlo, era él en persona. Su imponente mirada había penetrado mi alma; y por alguna razón, mis entrañas se retorcieron. Un poderoso Haki del Rey.

-Eso trataba de decir desde el momento que llegué -respondí; y acto seguido, me puse de pie-. Pero descuida; después de todo, permanecer encerrado solo me ha dado más pereza.

-Ya veo. Comprenderás nuestros peculiares métodos de recepción; sería una burla que te dejáramos entrar así como así. Ya sabes; no hace mucho, eras el enemigo -soltó una carcajada-.

-Puedes estar seguro que, probablemente aún lo sea.

-Bien, tomaré mis precauciones -proclamó con una arrogancia irónica-. Esperamos que las improvisadas y humildes instalaciones sean dignas de tu agrado.

-Ciertamente carezco de criterio en cuanto a decoración de interiores. Y realmente, el placer es todo mío, Monkey D Dragon. Debo decir que no te pareces mucho a tu padre.

-Me pregunto como le estará yendo al viejo, han pasado muchos años desde la última vez que peleamos. Siempre lo hacíamos, discutíamos por casi todo.

-El Héroe de la Marina tiene su carácter.

-Dímelo a mí; por años fui víctima de sus maltratos y regaños. Sin embargo, no podría decir que le guardo algún rencor. A su propia manera; era un padre muy amoroso. Y admito que siempre he sido un rebelde.

-Con amoroso, ¿Te refieres a su puño del amor?

-Algo así. Por cierto Almirante Aokiji, es un honor recibirte en en ésta humilde morada. Bienvenido a la madriguera de los roedores. Ustedes los marinos, son los gatos; por si te preguntabas.

-Buen chiste, y entonces ¿Quiénes son los perros?

-Los piratas del Ouka Shichibukai desde luego, su sobrenombre esta bien pensado, "los perros del gobierno"

-¿Y el resto de piratas?

-Definitivamente son una jauría de lobos salvajes.

-Estoy totalmente de acuerdo.

-Y entonces, ¿Puedes adivinar quien es el amo y señor de la casa?

-El Gobierno Mundial -respondí, casi sin pensarlo-.

Y así fue como todas estas suposiciones hicieron que me preguntase, ¿Qué pasará cuando los ratones dominen al mundo?

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